Rese??a superficial de impresiones vagas, a la BAN! hay que vivirla, relatarla no le hace justicia.
La propuesta de este año, aunque parece igual que la del año anterior, tuvo otro sesgo, mucha argumentación para los que escriben, poco sobre escritores y tal vez, contagiados por el entorno de “realidad” se contagiaron con anécdotas, en vez de técnicas, o al menos ambas.
Comparativamente la elección de las charlas a las que pude asistir generaron un desvío en mi interpretación de lo que interesó o no.
En lo personal, en la mayoría de las charlas de especialistas, Forenses, abogados, criminalistas, periodistas, no aportaron nada muy significativo, aunque hubo algunos tips interesantes, pero, para llegar a ellos, había que traspasar la charla, que era mucho menos entretenida que la que se escucha en la tv, aún cuando todos se encargaron de desmitificar lo que trasmiten los medios, cuando gran porcentaje de la charla repetía lo que ya escuchamos hasta el hartazgo por los mismos medios que negaban.
En mi caso, no encontré lo que fui a buscar: literatura, novela policial; con la salvedad de algunos como Álvaro Abós, Juan Sasturain, Gabriela Cabezón Cámara –que cómoda, defendió el academicismo en la literatura, sin desmerecer la “calle”, categorías con la que se indica una especie de rivalidad entre el aprendizaje formal y el no formal, en contra de los compañeros de mesa, lo que por supuesto, la distinguió rápidamente-, el propio Ernesto Mallo, con cuyas preguntas no sólo mejoraba el clima, sino que volvió interesante lo que se diluía en lugares comunes.
Si hay éxito, sin duda que es un tilde importante para Ernesto Mallo, director del Festival, presente en todo y gran anfitrión.
Como en la anterior BAN!, me gustó lo relajado de los encuentros, fuera de todo acartonamiento protocolar, que Mallo promueve muy bien, en superficie, porque en los hechos, los horarios se cumplen –bastante mejor que en la mayoría de las propuestas literarias de Buenos Aires-, los temas tomaron el desvío que la concurrencia le dio, aportando con preguntas, sobre todo las del mismo Mallo, la fluidez entre una y otra charla contribuyó a la permanencia, podíamos pasar de una charla a la otra sin necesidad de esperar.
Para mí, el hecho especial, lo constituye la idea de matizar los encuentros con un sketch, que este año se llamó “interrogatorio”, que con un pequeño diálogo, hizo las delicias del público, el más aplaudido fue el Interrogatorio a que se sometió al famoso ladrón de Bancos Español, Dany el Rojo –alias, el Millonario, se verá en el video la importancia de este seudónimo-, que cuando hubo pagado sus deudas con la justicia, tuvo la iluminación de escribir sus aventuras.
Lo que más me interesó, pero lamentablemente no filmé demasiado –no la parte interesante-, desde el punto de vista de los temas, fue la charla de Gustavo Grabbia, periodista especialista en Barrabravas, que vino a confirmar con una exactitud estremecedora el poder de esas organizaciones; no escrito, no estipulado en ningún papel, pero cuyo alcance es abarcador, negocios, dinero y política se mueve a través de acciones que parecen aisladas. Una de las charlas que sin tener que ver con literatura me resultó notable, sobre todo porque compartió mesa con otro escritor, con uso de fuentes de origen político, con quien pudo sostener una controversia justificada, serena y con conocimiento que anuló el casi discurso político del compañero de mesa.
El escritor Alberto Laiseca, no tuvo oportunidad de lucirse como le es habitual, con dificultades de salud, pero al que se homenajeó con un silencio y atenta escucha, hacia las pocas pero valiosas palabras que emitió; la gente joven, impresionada. Se llevaron una o dos frases suficientemente esclarecedoras y un listado de libros y películas imprescindibles.
Una nota distintiva la ofrecieron la mesa de periodistas Florencia Etcheves –es una lástima que su protagonismo egoico no permitió que los compañeros de mesa opinaran por sí mismos, además de interrumpir, opinaba por los otros; por una cuestión de tiempo, nos quedamos con ganas de oírlos-, Paulo Kablan, medido en sus dichos, Mauro Szeta, que despertó el enojo de más de un oyente al referirse a los muertos en las noticias como “óbito” y dejar la idea que era mejor noticia un óbito y que eso le importaba más.
En especial la anécdota que contó: Una vez le pasaron un dato sobre un accidente con seis óbitos, cosa que se apresuró a publicar sin segunda confirmación, porque el dato provenía de fuente confiable, luego, cuando quiso profundizar, se dio con que eran “leves”, entonces confesó que se la pasó rogando que fueran óbitos, para no quedar mal con la prematura noticia; lo que provocó el exabrupto de un participante acusándolo de indolente -aunque no fue esa palabra exactamente-. Los tres periodistas confesaron que no se impresionaban con nada, aunque la verborrágica e imparable Etcheves, quiso dejar la impresión que ella sí se conmovía, el acompañamiento de risas e intervenciones sobre noticias espantosas, desmentían lo afirmado.
Logré encontrar una secuencia de video en la que Kablan no es interrumpido –una perla-, estimo que porque hablaba de cosas personales, toda vez que el tema se desplazo hacia periodismo, no hubo oportunidad de escucharlos sin “intervención”.
Otra nota apareció en una charla da La pornografía y sus fronteras, que mezcló a escritores con el director más conocido de películas porno, Victor Maytland, que apareció sorpresivamente con una pornostar. No pude evitar imaginar por qué se habían mezclado ambos mundos, ya que cada uno era un tema en sí mismo, y recordé una famosa novela de Marqueritte Duras, que ganó el premio a la Sonrisa Vertical, el famoso premio a novela erótica que incluye texto pornográficos, y es como si hubiera puesto a este director y la otra invitada hubiera sido la Duras; sin llegar a ser esto una crítica, sino un comentario sobre el desconcierto que me provocó la mesa.
Parece que no fui la única, ya que el escritor Juan Manuel Candal expresó lo que pareció su propio malestar, criticando a Maytland, ya que el mismo pretendía presentar su actividad con un sesgo moral, en algún aspecto, que pienso que a nadie le pudo interesar, y que pareció más bien una exculpación sobre temas que él mismo impuso: la no explotación de la mujer, el no maltrato, y colocando ejemplos sobre el tema, de otras actrices porno –ya que la presente defendía al Director, de manera extraña-, cuando el escritor Candal, contradecía sus dichos, haciendo notar la incoherencia, ya que Maytland en sus películas a las actrices no las publicita por su nombre, sino con el término “Las chicas de Victor”, y ante la crítica, se defendió con paralelos insólitos, “las chicas de Sandro”, y otros por el estilo.
No hubo espacio para la literatura, y no tuvimos oportunidad de escuchar a los escritores, que fueron interrumpidos, casi anulados, ya que Maytland se apoderó de la escena, estimo que bajo la suposición que el público estaba más interesado en la pornografía que en la literatura; aunque no fue mi caso, no podría decir que para el público fue así. Pienso que lo insólito capturó la reunión y debido a la polémica, el público se sumó.
Este asunto me recordó el del año pasado cuando los comisarios decían cosas como: ningún Académico llega a los puestos altos, bajo la suposición que no se necesita educación para ser policía, misma situación con la Actriz porno –nombre que ella misma se dió-, donde a ella le parecía correcto el término “las chicas de Victor”, otorgándole un significado de dignidad, sin comprender el concepto de fondo con que Candal expresó en pocas palabras.
En el video, vemos una de las partes en las que MantLand interrumpe al escritor, suponiéndose como el referente primordial de todo relato y autoridad máxima.
En muchos casos, las charlas derivaron en presentación de revistas, diarios o propuestas editoriales alternativas que nunca vienen mal, salvo que las charlas quedaron en presentaciones y que personalmente me parece que debieron advertir en el programa de qué se trataría, así una podía elegir si le interesaba una presentación, aún así, destaco el intento de difusión, de ese modo se mencionó a la revista Orsai, Epicrisis, Anfibia, probablemente otras que no tengo presente en este momento, pero que se pude consultar en el programa de la BAN!
Ah, lo olvidaba, el escritor invitado especial, Qiu Xiaolong, sin hablar nuestro idioma, fue de los que me interesó, pues la forma en que tuvo que ir acomodando a su personaje detective respecto a la política de su país, constituyó en sí mismo un relato del relato bastante interesante.
Quizás este Festival produjo muchos temas de futuros argumentos para policiales, más que lo literario, que al menos en las charlas a las que pude asistir, estuvo prácticamente ausente con las excepciones que indiqué.
El primer día, es el que más disfruté, pero los temas, más allá de las obviedades tuvieron sus momentos interesantes.
Destaco la fiesta de inauguración, con una pantagruélica cena, de indescriptibles bocados, y gran amabilidad. El punto de epifanía fue cuando apareció una enorme pata de ternera que se fue sirviendo en rodajas, me sentí como un banquete romano.
Lamentablemente no podré asistir al último día, me hubiera gustado. Creo que aproveché poco sobre lo que podría interesarme, por cuestiones de agenda, aquello que me quedó afuera, ocurría demasiado tarde o en días que no pude asistir.
En conclusión, espero estar allí el año que viene, porque más allá de chismes y opiniones personales, la BAN!, es divertida, ecléctica, y sorprendente.
Se puede ver el resto de los videos en Youtube, colocando Ana Abregu BAN!
Así como fotos de los diferentes días en estos álbumes:
